El triunfo en la Huelga de Nadie

Los sindicatos no pueden atribuirse el éxito de la huelga general. Fue un triunfo escrito en un lenguaje nuevo y genuínamente democrático: el de la indignación individual hecha fuerza a través de Internet. Los sindicatos, como los medios de comunicación, han perdido el monopolio de una presión que se expresa abrumadoramente y sin intermediarios a través de las redes.

(...) El 29M tuvo eso de nuevo: no fue la huelga de CCOO, ni de UGT. Fue la huelga de las personas (...) FOTO: SUSANA LÓPEZ-URRUTIA

SUSANA LÓPEZ-URRUTIA [@Su_Urruti]

A los días de huelga suelen seguirles otros de intenso ‘trabajo’. Los protagonistas oficiales del pulso (Gobierno y Sindicatos) se miden en el ring de la opinión pública coreados por sus medios afines. Los ciudadanos somos los pasivos espectadores de esa guerra de cifras burdamente contradictorias en la que unos y otros buscan proclamarse poseedores de la ‘razón’: el Gobierno dirá que sus ‘reformas’ son legítimas porque la población no respaldó el parón. Los sindicatos dirán que sí lo hizo y tratarán de arrogarse la indignación ciudadana para sacudirse la traición del rojo de sus banderines. La prensa tomará partido por uno de los dos bandos y demonizará al otro. Y los esfuerzos de todos ellos serán infructuosos, porque nosotros, los ciudadanos, ya confiamos más en la información que recabamos de nuestros iguales en la red que en cualquiera de nuestros ‘representantes’ y sus espurios intereses.

Los datos ‘oficiales’ de los contendientes (Gobierno y sindicatos) arrojan cifras contradictorias.  El Ejecutivo fijó la caída en el consumo de electricidad (variable utilizada habitualmente para medir el éxito de una huelga) en una horquilla de entre el 17 y el 22% sobre el consumo normal. Los sindicatos lo hicieron en un 87%. 

Los números también variaron en cuanto a los manifestantes. ¿Cuántas personas habían acudido a las protestas convocadas en toda España? El equipo de Rajoy los cifró en 800.000 en todo el país y consideró que el impacto de la jornada había sido «muy moderado». Los sindicatos estimaron una cifra abrumadoramente superior (900.000) sólo en Madrid. De forma parecida, CCOO y UGT zanjaron que la jornada  había sido secundada por el 77% de los ciudadanos y la CEOE (patronal, representante de los empresarios) se decantó por un escaso 15%.

La estampa es aburrida, por previsible e incongruente. Una no puede menos que sentirse rabiada -¿Nos toman por tontos?- La disparidad de los datos es tan burda que pretender sacar conclusiones de ellos parece una llamada a perder el tiempo. Y, además, ya no nos fiamos de nadie. Nuestro ‘cerebro-red’ colectivo no les quita el ojo de encima y les ha pillado demasiadas veces haciendo trampas. Durante la jornada de huelga, por ejemplo, muchos internautas denunciaron que en sus ciudades los ayuntamientos mantenían el alumbrado público encendido para subir artificialmente los datos de consumo de electricidad. Y lo reflejaron con fotos.  Una pequeña anécdota que ilustra ese inmenso cambio que se gesta bajo la superficie.

Las intuiciones no están bien vistas en según qué ámbitos. No son científicamente válidas. Pero -creo yo-, aunque subjetivas, son un anticipo valioso de lo que luego arrojan los números. Sin pretender dar a mis impresiones más validez que la de ser eso -impresiones-, os arrojo aquí algunas de ellas. Juntos podemos pintar el cuadro.

La huelga del 29 de marzo de 2012 dejó en el aire -o así lo sentí yo- un sabor nuevo y excitante que las narices de políticos y sindicalistas no son capaces de captar y que no entienden. Un aroma familiar que ya percibimos el 15 de mayo ó el 15 de octubre: el de la ‘revolución’ de los nuevos tiempos, aquella de la que os hablaba unas líneas más arriba. Es decir: la abrumadora fortaleza del ‘indignado’ individual, sin más colores o banderas que las suyas propias, hecho protagonista a través de la red. El  marxismo renovado. El poder de los individuos en el poder de la colectividad. 

Me sorprendió, por ejemplo, ver cómo los banderines-merchandaising de CCOO y UGT se perdían en una maraña de pancartas garabateadas y pegadas a mano. Me sorprendió cómo no es que hubiese «una manifestación», es que toda la calle era una. Sin cabecera. Sin recorrido, sin ton ni son: simple y llanamente ciudadanos, indignados, tomaron las calles. El 29M tuvo eso de nuevo: no fue la huelga de CCOO, ni de UGT. Fue la huelga de las personas.

Pero esa huelga ‘reinventada’ no sólo se vivió sobre el asfalto. También lo hizo en otra dimensión -paralela-: la virtual. En Twitter, red en la que se han gestado los movimientos sociales más potentes del mundo, la huelga fue seguida apasionadamente: en un microcosmos con un número de usuarios estimados en más de 3,5 millones en España (un 7% de la población) los hashtag #enhuelga o #29m fueron mencionados mas de 150.000 veces. Los términos claramente contrarios a la huelga (#yonohagohuelga o #29mnoalahuelgageneral) fueron muchísimo menos usados, y ninguno superó las 5.000 menciones, según los datos poporcionados por la empresa de análisis de redes sociales, Pirendo.

El Gobierno y los sindicatos -que no oyen o no quieren oír- seguirán en sus trece. El primero dice que aquí no se mueve una mosca y los segundos que, si lo hace, es por su causa. Quienes escuchamos el ruido más allá de lo que unos y otros vocean, sin embargo, sabemos que las placas tectónicas se están moviendo y se avecina un cambio que tiene muy poco que ver con ellos y mucho con la democracia. Real, claro. 

(...) la 'revolución' de los nuevos tiempos: la abrumadora fortaleza del 'indignado' individual, sin más colores o banderas que las suyas propias, hecho protagonista a través de la red. El marxismo renovado. El poder de los individuos en el poder de la masa (...) FOTO: SUSANA LÓPEZ-URRUTIA

Comments
27 Responses to “El triunfo en la Huelga de Nadie”
  1. Berta dice:

    No puedo estar más de acuerdo con tus palabras. Enhorabuena por este magnífico artículo que voy a difundir todo lo que pueda… Yo también olí y sentí eso que había el 29M y muchos otros días en las calles, yo también creo que esa indignación patente no es propiedad de sindicatos ni de ninguna institución, yo también estoy segura de que hay algo muy por encima de todo eso, algo que, al menos, a algunos nos reconforta bastante y nos anima a seguir peleando. Enhorabuena de nuevo.

  2. Ruido Blanco dice:

    Excelente artículo. Esperemos que las placas tectónicas remuevan conciencias y se vayan moviendo alrededor de la libertad de pensamiento, conquista imprescindible en esta guerra.

    http://ruidoeneldesierto.blogspot.com.es/

  3. ryoga13 dice:

    Magnifico articulo. Mi enhorabuena. Realmente expresa lo que a los medios se les escapa. Esto no es mas que el principio.

  4. xose dice:

    Gran articulo estoy de acuerdo al 100% es el momento de empezar a despertar como individuos con el fin de un bien comun sin sindicatos ni partidos politicos ni todas esas instituciones obsoletas.Gracias por estas entradas que escribes me hacen recordar que la diferencia para conseguir un cambio real esta en que las personas lo creamos posible y mas tarde o mas temprano todos lo creeremos

  5. Eneko dice:

    Partamos de la base de que la huelga fue convocada por la inmensa mayoría de sindicatos -mayoritarios y minoritarios-, los únicos con capacidad de convocarlos y que supuso todo un giro en las estrategias de lucha de un año a esta parte.

    Las manifestaciones hacia ninguna parte, las acampadas estériles, los proyectos que no cuajan propios del movimiento indignado han dejado paso a un despertar de la conciencia del pueblo trabajador. Y es normal que así suceda, el aumento del paro, el 26% de la población bajo el umbral de la pobreza, la política de recortes de este gobierno y del anterior han hecho salir de su letargo a las masas de trabajadores. La ciudadanía es un concepto tan amplio como ambiguo, hubo ciudadanos que secundaron la huelga y otros no, los hay que votan y otros que no, los hay que lo hacen a la izquierda y otros a la derecha. Esta huelga es un triunfo de una clase, la de los explotados, parados, trabajadores, precarios, jóvenes sin expectativas, empleados públicos con salarios recortados, pensionistas engañados con la subida del IRPF, que el 29 de marzo decidieron decir basta. Todos ellos conforman una clase social proletaria o en franco proceso de proletarización.

    La indignación aquí tiene poco que ver, al menos concebida como movimiento social, básicamente porque la indignación nunca fue suficiente sin compromiso, organización, metas y propuestas de un cambio sistémico.

  6. Otra en la fila de la generación perdida...Bendito 1986. dice:

    ¡Enhorabuena!

    Y lo mejor es que somos much@s los que pensamos como tu… Real, claro.

  7. @moonlovemusic dice:

    AMOS A VER dónde cojones estaba ese 99% por ciento de ciudadanos en los piquetes, reuniones y demás saraos? por que yo solo vi a gente organizada en partidos y en sindicatos organizando la huelga EEEEEH! Listos… que creéis que una huelga es ir a la mani agitar los bracitos y ya… pues no, una huelga conlleva muchisimo trabajo, trabajo que hace la gente que, aunque no estemos de acuerdo de cómo funcionan los sindicatos, sí que trabajamos dentro para cambiar eso, y no nos quejamos en casita sentados delante de la pantalla del ordenador, a ver si nos damos cuenta que las cosas no se crean solas, que hay que trabajarlas y sobre todo organizarlas. Ese 99% que dice este articulo… pudo estar en la manifestación, pero si la huelga salió bien,gran parte, fue gracias alos que nos dejamos la piel en la calle, por que para mi una huelga son 24 horas no 5 o 10…

    • Sito dice:

      Yo estuve con la Assamblea de mi universidad, algo así como una especie de 15M transportado a ese espacio, semanas antes de la huelga haciendo actos de difusión de la huelga y organizando los piquetes, que fueron un éxito. No sé si en general fue así, o si todo el sarao fue sindical o qué, te explico mi experiencia.

    • Fabio dice:

      El 15M, a través de tomalahuelga, organizó eventos de difusión, piquetes, concentraciones… Pero muchos ciudadanos decidieron unirse a las protestas por su propia conciencia crítica. Por algo las manis tuvieron más éxito que la propia huelga.

  8. Sito dice:

    Estoy bastante de acuerdo, pero tampoco creo que internet tenga que ser el centro de todo, la gente debe dejar de organizarse solo en la red, y organizarse en sus puestos de actividad, ya sea trabajo, en el barrio o en la universidad. Crear assambleas que tengan un impacto local, que hagan cosas efectivas, que empiecen el cambio desde la localidad, jamás desde la globalidad. El 15M pecó un poco de eso, de querer cambiarlo todo desde una plaza de una ciudad, e hizó bien en llamar a la organización por barrios, pero eso tiene que hacerse efectivo. Por barrios, o en el trabajo. Lo que dice Eneko también es interesante. Ya pasamos el momento (necesario y liberador) de indignación, aquel Mayo y los meses que lo suguieron, ahora debemos pasar a la organización y creación, saliendo de la red.

  9. esther perez dice:

    Matizando: 1)la patronal si reconoció el exito de la huelga. Rosell dijo dos cosas, una la misma mañana del 29: «ha habido más impacto que hace dos años» y otra al dia siguiente: «tenemos que negociar con los sindicatos». 2) Hoy por hoy sólo los sindicatos pueden convocar una huelga así que o la convocan ellos o no hay huelga legal, eso es incuestionable. 3) yo no he visto tanto que los sindicatos se otorguen el exito de la huelga, lo que yo he visto en general es que hablan del exito de la huelga de los trabajadores de este pais (que son, desgraciadamente, los únicos que podemos hacer huelga laboral) 4) y estoy de acuerdo con alguno que también lo ha dicho: los que estamos en las asambleas de barrio y estuvimos en los piquetes, al final nos unimos a los piquetes organizados por los sindicatos, quizás porque estaban mejor organizados.
    Que las cúpulas de los sindicatos estan obsoletos, de acuerdo. Que el exito de la huelga se gestó porque la sociedad se implicó también pero reconozcamos que si los sindicatos han llegado a esta situación es porque los ciudadanos hemos hecho, como en tantas otras cosas, dejadez de nuestras responsabilidades y desde luego, lo que no podemos reproducir es la misma desinformación que ejerce el sistema. No podemos acusar a todos los sindicalistas de lo mismo que acusamos a sus dirigentes. Los sindicalistas de base también son los que han forzado a sus cúpulas la declaración de huelga general si no de qué creeis que hubieramos tenido huelga porque, repito, aqui sólo se puede convocar una huelga desde los sindicatos, nos guste o no.

  10. SH dice:

    El individualismo del 15M frente al colectivismo de los sindicatos? Otro artículo de esta gran periodista que no se entera ni del nodo y pretende dar lecciones desde la barrera. Periodismo basura de mentes basura

    • Otro comentario de esos ‘grandes’ ¿activistas? que no conciben más forma de interpretar la realidad que la suya propia. Por cierto, en esta caso la conclusión que has asacado también es errónea (ni se cita al 15M, y en todo caso no se habla de la fortaleza del individualismo, sino de un concepto nuevo: la fuerza del individuo en la fuerza del colectivo).

    • Fabio dice:

      Algunos sabemos perfectamente quién ha escrito este comentario por la educación y respeto que denota… 😀

  11. iskrajorge dice:

    Buen análisis. Opino muy parecido, aunque siempre con la premisa que la unión hace la fuerza. Por eso estoy convencido que volverá a salir el SOL.

    http://iskrajorge.blogspot.com/2012/04/volvera-salir-el-sol.html

  12. ElKoko dice:

    Pues yo no creo que el 15-M deba cambiar su base organizativa; sí es cierto que desde una plaza o desde una página web no puede cambiarse el sistema (ni el sistema ni una parte del sistema), pero la base democráctica que supone que cualquiera pueda acercarse allí a proponer sus ideas ha supuesto un gran revulsivo para muchos ciudadanos. El problema se centraría más en la forma en la cual las ideas puedan fluir hacia los actuales centros de decisión, para lo cual no se necesita más organización (que ya existe dentro del 15-M), sino más integración o colaboración con la parte del sistema más receptiva a las ideas propuestas por el 15-M. Y aquí sí veo un obstáculo que ahora mismo parece, si no insalvable, muy difícil de sortear: el que se puede comprobar en este mismo artículo cuando menosprecia a una parte de ese sistema que debería ser útil para unir esfuerzos en lugar de para dividirlos. Para mí, que me he visto en la calle por reclamar por libre (sin el «privilegio» de la pertenencia a un sindicato) el SMI en una empresa que pagaba a todos sus trabajadores por debajo de ese salario (de esto hace ya unos años), me parece inentiligible que desde el 15-M se critiquen los «privilegios» de quienes ejercen la representación de los trabajadores estando integrados dentro de algún sindicato (sea el que sea, mayoritario o minoritario), porque sé por experiencia propia que los derechos laborales no se pueden defender a cara descubierta y sin protección (que no «privilegio») legal alguna. Por desgracia, la división entre los propios trabajadores (sindicalistas y no sindicalistas, con trabajo y sin trabajo, públicos y privados) está hoy más vigente que nunca, y mientras nos entretenemos en criticarnos entre nosotros, el rodillo nos va pasando a todos por encima. Ese es, bajo mi punto de vista, el gran problema: que lleguemos tarde a entendernos entre nosotros.

  13. Mar dice:

    Estoy en paro, no formo parte activa de nada, tengo 48 años y llevo toda mi vida peleando, nunca he conseguido un trabajo estable, y a estas alturas dudo mucho que lo consiga. No soy ni sumisa ni conformista, lo reconozco me revelo contra lo que no me gusta y en muchas ocasiones esto me ha perjudicado. Siempre he echado en falta el espíritu crítico y de lucha de la mayoría de mis compañeros de trabajo. Creo que gracias al 15M y otros movimientos por el estilo se está creando conciencia y espíritu crítico en la gente. Realmente hay que estar ciego para no darse cuenta que la huelga del 29M no hubiese tenido tanta participación sin el apoyo de los integrantes de grupos como el 15M, DrY y otros. Ignorar el apoyo y la empatía que tienen estos movimientos en la ciudadanía, es un completo error. Entiendo que sea duro reconocer a una gente que sin pretender ser sus competidores en la política o sindicatos, están consiguiendo el apoyo que políticos y sindicatos no logran.

  14. Susana dice:

    No puedo estar más en desacuerdo. La indignación individual nos va a llevar al fracaso. Precisamente el lema «somos el 99%» nos está hablando de la conciencia de clase. En Occupy Wall Street dicen, «si no ganamos todos, no gana nadie». La respuesta al ataque del sistema debe ser colectiva y solidariad, con una clara vocación de apartar el sistema capitalista para dar paso a otro basado en la libertad, la justicia social y la solidaridad. Tenemos que empezar a interiorizar el hecho de que la lucha es colectiva, de que tenemos que crear redes de apoyo. Y que haciendo clicks en actuables no hemos conseguido todavía nada.

    En cambio, sí hemos conseguido parar desahucios, demostrar que nos podemos organizar al margen de las estructuras del poder y crear redes interconectadas. El camino a seguir no es el de exigir a los políticos que nos hagan caso, porque no lo han hecho, no lo hacen, y no lo harán, por muchos que seamos. ¿Qué fue de los consensos de mínimos, qué fue de las marchas que llevaron una petición al parlamento español y otra al parlamento europeo? ¿Qué fue del famoso derecho de petición para el que se recogieron firmas por todo el estado? Papel mojado. Se limpiaron el culo con todo. Nos dirán que tenemos derecho a manifestarnos y que tenemos derecho a pedir lo que queramos, pero nunca nos van a conceder lo más mínimo. Lo hemos visto. Hay que actuar conjuntamente, con redes de apoyo, colectivos asociados, conciencia de clase, y empezar a construir un nuevo sistema desobedeciendo al viejo. Cuando más gente hubo durante el 15M fue durante las 2 primeras semanas de acampadas, cuando se demostró que éramos capaces de crear sociedades al margen de los intereses de las jerarquías y ayudarnos mutuamente. Eso fue realmente lo que sembró la semilla del cambio. Si seguimos ese camino, tendremos éxito.

  15. Minch dice:

    Dices que

    » El Ejecutivo fijó la caída en el consumo de electricidad (variable utilizada habitualmente para medir el éxito de una huelga) en una horquilla de entre el 17 y el 22% sobre el consumo normal. Los sindicatos lo hicieron en un 87%. »

    A ver, hay un errror ahí, lo del 87% no es lo que dicen los sindicatos, es lo que es y punto. Es lo que es si comparamos el descenso de electridad entre un jueves normal y el jueves de huelga con el descenso que observamos cada semana entre un jueves y un domingo (cuando la gente no trabaja). No es que los sindicatos den una versión distinta a la del gobierno, es que simplemente una caída del consumo eléctrico de un 20% es una burrada, es muchísimo, tanto que es casi como si el día hubiese sido un domingo (un 87% de la cáida que se ve los domingos, es decir muy cerquita de ser casi un día festivo con muy poca gente currando).

    http://www.vnavarro.org/?p=7110

    El problema es que hay gente que cree que un descenso nacional del 20% en consumo eléctrico es igual a un seguimiento de la huelga de un 20%!! Obviamente no. El país siempre tiene miles de máquinas funcionando, centrales, casas, farolas, aparatos de mil y un tipo que incluso aunque no se utilicen, tienen que seguir encendidos. ¿O se apagan las farolas porque haya huelga? Pues eso, que el consumo eléctrico, aunque todo dios dejase de trabajar nunca podría ir más allá de un 30 o un 40%, porque una cosa es no trabajar y otra desenchufar el país.

    Resumiendo, si consideramos un éxito del 100% el que una huelga haga que el país funcione como si fuese domingo, podemos decir que el 29M (de acuerdo a los datos eléctricos) obtuvimos un éxito del 87%. No está nada mal.

    • Minch, siento si no me he expresado bien, pero creo que estamos diciendo lo mismo. De hecho, el artículo al que te refieres de V. Navarro ya está enlazado en la info. Gracias por tu comentario aclaratorio igualmente : )

  16. Jesús Díez Aranda dice:

    El caso es desclasar a la gente y desdotar a la izquierda de significados lingüísticos. Nada de extraño en tan «mundana» periodista, así como en un moviemiento de tan sospechosos orígenes y tan sospechosa trastienda.

    No había ni un 15memo en Bilbao, o no se hicieron notar. Pero hay que apropiarse del triunfo de todo lo que pasa en España desde hace un año. Pero esta vez teniendo la inoperante internet como imaginaria panacea de lo que nunca van a conseguir, como herramienta para que todos los pobres espíritus se crean que participan en algo…

    Salvando los 90 años transcurridos, así se cocieron los fascismos.

  17. Jesús Díez Aranda dice:

    Madre mía, marxismo renovado, menuda gilipollez

  18. isabel dice:

    esta muy bien todo lo que has expuesto en tu articulo dices muchas verdades la gente trabajadora asalariada los parados la generación perdida somos todos gente indignada y hemos salido a la calle a demostrar nuestra indignación todos somos uno CCOO. UGT y los del 15 M todos pedimos lo mismo ,exigimos nuestros derechos que con mucho esfuerzo consiguieron generaciones atrás todos tenemos un mismo fin; dicho esto ¿porque razón desacreditarnos unos a otros, con que fin? siempre con lo mismo si son galgos o podencos y mientras el capitalista van todos a una y haciendo lo que quieren y digo hay un dicho que tiene mucha verdad y funciona DIVIDE Y VENCERÁS la clase obrera debemos ser uno que mas da que de CCOO,UGT,15M ya que les ganamos en valores y en gente somos muchos pero si nos dividimos como algunos pretenden no somos nada

  19. alucinada dice:

    «Los sindicatos no pueden atribuirse el éxito de la huelga general. Fue un triunfo escrito en un lenguaje nuevo y genuínamente democrático: el de la indignación individual hecha fuerza a través de Internet» —> Llevo un rato meditando si la entradilla de este artículo es ultraliberalismo o mero fascismo. Cinco años estudiando politología y aún me estanco con problemas de este tipo. Qué será, será.

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